
Habían pasado meses desde aquel sentimiento tan fuerte.
Pero había vuelto a resurgir, y volvía a sentir mi corazón en un puño, mi barriga daba vueltas y el sentimiento no se iba, a pesar de querer expulsarlo, para no tener que volver a sufrir con el.
Los días se estaban haciendo eternos, recordaba cada momento en el que ese sentimiento había estado presente, cada día, cada hora, cada segundo…
Lo recordaba, le recordaba.
Este sentimiento siempre me ha llevado a recordar a algo o alguien, que quisiera poder recordar todos los días pero no por su ausencia, si no por su presencia, pero eso no puede ser.
Los días se estaban haciendo eternos, recordaba cada momento en el que ese sentimiento había estado presente, cada día, cada hora, cada segundo…
Lo recordaba, le recordaba.
Este sentimiento siempre me ha llevado a recordar a algo o alguien, que quisiera poder recordar todos los días pero no por su ausencia, si no por su presencia, pero eso no puede ser.
Y le digo a este sentimiento, que me persigue: Huye, corre, escapa…